domingo, 9 de noviembre de 2008

BIB AZAHAR 14

SI SUEÑAS, QUE SEA PASIÓN.

Toda la energía empeñada en esos amores que quieres inyectarme, sería mejor que la consumieras en sudar camisetas en donde el hambre necesita de brazos que la domen en nombre de las bocas secas de agua, azúcar, sangre y arengas que soltarle a la esperanza.
Date la oportunidad de hacer un viaje lejos de esa entrepierna tuya que después de todo, no en cada segundo esconde la cura definitiva a mis deseos de carbón.
Mejor para un taxi libre, yo voy ocupada con las caricias de hace dos noches menos algunas horas. No esperes hoy beber de mi garganta, no sueñes con anteayer, no pidas plazos, o me verás sacar el dietario pidiendo intereses por el trabajo de recordar el anteayer, el ayer, y lo que pudo ser y nunca será.
Ve a bailar este ritmo a un lugar donde la sangre aguarde encontrar el principio sin manchas del pasado.
Vuela más lejos que yo, no te enganches con lo inexplicable de las curvas ni el relámpago insinuado de la mirada.
No te espose la añoranza de tener entre tus manos mis cadenas. Ellas tal vez son de nunca. De nadie, ni mías.
Tal vez no existieron, no son, nunca serán si no me pongo a bailar libre entre tu fantasía más profunda y la que yo guardo para ver los campos arder desde mi corazón latiendo al ritmo de las cosquillas que vibraban cuando se duerme mi guardia.
Eso me hace capaz, amigo, de ser el sofoco de los cañaverales entre arena blanca y susurros del cielo impregnados con agua de sal.
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María Luz. (AZA)